lunes, 2 de noviembre de 2009

Por qué alabar mucho a los niños tiene un efecto negativo

“Eres tan inteligente”. “Eres lo mejor”. “Eres increíble”. Estamos acostumbrados a alabar continuamente a nuestros hijos, seguros de que así afirmamos su autoestima. Pero según el libro “Nurture Shock”, que se acaba de publicar en Estados Unidos, la excesiva adulación puede tener un efecto adverso al que buscamos. “Son niños que no conocen la palabra esfuerzo ni menos su importancia. Que no corren riesgos, no persisten y pueden tener peores resultados académicos”, dice el autor, Po Bronson, en entrevista exclusiva para Revista Ya.

Por Ximena Urrejola B., desde Nueva York.

Fue una revolución. En febrero de 2007 el escritor bestseller, investigador y columnista norteamericano Po Bronson escribió el tema de portada del New York Magazine persiguiendo la siguiente tesis: “Decirles todo el tiempo a los niños que son inteligentes tiene un efecto negativo en ellos: en vez de alentarlos a hacer cosas y a salir adelante, los paraliza y baja su rendimiento escolar”. El blog de esa revista explotó con cientos de lectores que no podían creer lo que estaban leyendo. Con los comentarios incrédulos de cientos de madres que habían dedicado su vida a decirles a sus hijos: “Qué inteligente eres”, precisamente para reforzar su autoestima y prepararlos para los desafíos futuros.

Fue tanto, que este artículo de Po Bronson se convirtió en el más leído en toda la historia del New York Magazine y hoy -ampliado y editado gracias a nuevas investigaciones- es el primer capítulo de su sexto libro: “Nurture Shock: New thinking about children”, que en Estados Unidos ha sido catalogado como una revolución respecto de todo lo que sabíamos acerca de ser padres y uno de los volúmenes imperdibles de este año, sobre todo porque las teorías que persigue están fundamentadas en importantes estudios científicos que las avalan.

En gira por Estados Unidos promocionando “Nurture Shock” -que coescribió con Ashley Merryman, periodista y doctora en Derecho en la Universidad de Georgetown- Po Bronson estuvo el 13 de octubre pasado en Nueva York invitado por la Liga de padres de esa ciudad. Ante una audiencia que copó el Templo de Israel, sinagoga en el Upper East Side de esa ciudad, explicó sus certeras teorías y se dedicó a firmar ejemplares de su libro. Luego, Po Bronson conversó con Revista Ya.

-Con Ashley estábamos investigando sobre el porqué de la motivación en los adultos y un día nos preguntamos de dónde sacaban los niños la confianza en sí mismos. Seguimos trabajando por esta nueva arista, que finalmente se convirtió en el artículo de portada del New York Magazine. Lo que aprendimos nos sorprendió, pero al mismo tiempo nos desorientó. Antes de esto, éramos como todos los padres -cada uno tiene su familia-, y estábamos convencidos de que teníamos que remarcarles a nuestros hijos lo brillantes que eran, para construir su autoestima. Pero destapamos todo un cuerpo de la ciencia que argumenta que este hábito juega en contra de ese objetivo. Que, finalmente, mella la confianza de los niños en sí mismos. Con tres años de investigación que nos avalan, la premisa central de nuestro libro es que muchas de las estrategias de la sociedad actual en cuanto a crianza tienen un efecto adverso del que perseguimos porque investigaciones científicas claves han sido pasadas por alto -dice.
“No conocen la importancia del esfuerzo”
En su libro, Po Bronson comienza contando la historia de Thomas, alumno de quinto grado del Anderson School, un colegio ultra competitivo en el Upper West Side de Nueva York. Desde que Thomas comenzó a caminar, empezó también a escuchar cuán inteligente era. Cuando hizo la prueba de ingreso a su colegio -que incluso exige el test de coeficiente intelectual- sus padres descubrieron que Thomas era el uno por ciento entre el uno por ciento de los niños más inteligentes del establecimiento. Pero mientras transcurrían los años de colegio su convencimiento de que era un niño brillante no se traducía en una fiera confiaza en sí mismo cuando enfrentaba los deberes escolares. Por el contrario, su padre se daba cuenta de que le estaba ocurriendo todo lo contrario. “Thomas no quería hacer cosas en las cuales no tuviera éxito inmediato. Cuando las cosas le eran fáciles estaba todo bien, pero cuando algo presentaba alguna dificultad se rendía inmediatamente y decía: No soy bueno en esto”, relató el padre de Thomas a Po Bronson durante su investigación.

-De un momento a otro, Thomas comenzó a dividir el mundo entre las cosas que podía hacer y las cosas que no podía hacer-, dice Po Bronson. Y añade en su libro: “Cuando Thomas estuvo por primera vez frente a las fracciones, se resistió a hacerlas. En tercer grado, cuando tuvo que empezar a escribir con letra cursiva, ni siquiera quiso tratar, durante semanas. Su padre intentó razonar con él: “Mira, no sólo porque eres inteligente no significa que no tengas que hacer un esfuerzo”. Finalmente logró escribir en cursiva, pero con un enorme empuje de su padre por detrás”.

Po Bronson asegura que Thomas no es un caso único en el mundo. Que durante décadas niños comprobadamente llenos de talentos y aptitudes han subestimado gravemente sus habilidades. Y que eso los lleva a esperar menos de sí mismos y a ponerse pocas metas. Dice también que son niños que no conocen la palabra esfuerzo ni menos la importancia de ella y que sobreestiman la ayuda que necesitan de sus padres.

-Cuando los padres alaban la inteligencia de sus hijos, creen que están solucionando este problema. De acuerdo a un estudio conducido por la Universidad de Columbia, el 85 por ciento de los padres norteamericanos cree en la importancia de recalcarles a sus hijos lo inteligentes que son. Según yo (aunque ésta no es una aseveración científica), el porcentaje llega al ciento por ciento. Todos estos niños están saturados con el mensaje de que son innatamente increíbles, buenos, inteligentes. Lo que los padres presumen es que de esta manera sus hijos no se verán intimidados por los desafíos académicos. Pero darles a los niños la etiqueta de inteligentes no previene los malos resultados. Por el contrario, podría estarlos provocando.

La doctora en psicología de la Universidad de Columbia Carol Dweck (hoy en Stanford) es una de las más importantes investigadoras en este tema, y una de las principales fuentes del libro de Po Bronson. Su primer gran estudio fue publicado en 1994, y durante los diez últimos años estudió los efectos de la excesiva adulación en veinte colegios de Nueva York.

A los niños de quinto grado se los dividió en dos grupos. Al primero se los alabó reiteradamente por su inteligencia y al segundo grupo, por su esfuerzo, al realizar determinada prueba. La segunda parte del experimento consistió en darles a elegir entre una serie de tests, unos más difíciles que otros. Los niños del grupo del “esfuerzo” eligieron los más difíciles. Los niños “inteligentes”, los más fáciles. ¿Qué ocurrió? Carol Dweck escribió en su informe: “Cuando adulamos a los niños por su inteligencia, les estamos diciendo que también tienen que parecer inteligentes, que no se pueden arriesgar a cometer errores, porque sería vergonzoso para ellos”.

La tercera parte del experimento consistió en enfrentar a ambos grupos a una prueba para niños de séptimo grado, dos más que ellos. Obviamente, a todos les fue mal. Pero los niños del grupo del “esfuerzo” pusieron todo su empeño en terminar la prueba e incluso algunos decían que les había “encantado”. Por el contrario, los niños del grupo de los “inteligentes” asumieron que su falla se debía a que en realidad no eran tan capaces como pensaban. “Sólo mirándolos, se podía ver su tensión. Estaban sudando y se sentían miserables”, escribió Dweck.

-Cuando enfatizas en el esfuerzo, le das al niño una variable que puede controlar. Ese niño comienza a verse a sí mismo en control de su éxito. Al enfatizar en su inteligencia natural le quitas el control sobre lo que puede o no hacer, y no le entregas herramientas para sobreponerse al fracaso -concluye Carol Dweck en su estudio.

Asimismo, en entrevistas con estos mismos niños la especialista se dio cuenta de que aquellos que piensan que la inteligencia innata es la clave del éxito, le restan importancia al esfuerzo: “Soy súper choro, no necesito esforzarme”, dicen.

-Además, estos jóvenes piensan que mostrar que están luchando por lo que quieren los degrada ante los ojos de los demás: sus compañeros y la profesora pueden pensar que en realidad no son tan brillantes, y eso los avergüenza-, dice Po Bronson.

En la Life Sciences Secondary School, en Harlem, Nueva York, también aplicaron las teorías de Carol Dweck durante un semestre, con el objetivo de mejorar el rendimiento de los alumnos en matemáticas.

El grupo de niños estudiados se dividió en dos. Al grupo de control se le enseñaron métodos de estudio. Al segundo, estos mismos métodos, pero, además, tuvieron un módulo especial en que se les enseñó que la inteligencia no es innata. Entre otras cosas, supieron que el cerebro desarrolla nuevas neuronas cuando es desafiado. La diferencia entre los dos grupos no demoró mucho en notarse. En apenas un semestre el grupo de estudio mejoró sus notas, y alumnos que iban en picada en sus resultados en matemáticas revirtieron esta tendencia.

Po Bronson dice en su libro: “La única diferencia entre el grupo de control y el grupo de estudio fue un total de 50 minutos en que los segundos aprendieron que el cerebro es un músculo. Y que mientras más trabajo le das a este músculo, más inteligente te vuelves. Sólo saber esto hizo que mejoraran su rendimiento en matemáticas”.
El dilema de la autoestima
En su libro, Po Bronson señala que desde que en 1969 se publicara “The Psychology of self-esteem” (”La psicología de la autoestima”), de Nathaniel Branden, socialmente se cree que una autoestima positiva evita muchos problemas, desde la dependencia al alcohol hasta el embarazo adolescente. Según Po, estos argumentos se tradujeron en que la autoestima se convirtió en un tren con los frenos cortados, que arrastra con todo a su paso, sobre todo cuando se trata de niños. “Cualquier cosa que fuera en contra de la autoestima de los menores fue exiliada. Las competencias no fueron vistas con buenos ojos. Los entrenadores deportivos comenzaron a darles medallas a todos, ganadores y perdedores. Los profesores botaron sus lápices rojos. La crítica fue reemplazada por a veces una no merecida alabanza”.

En este sentido -explica Po Bronson- los estudios de las doctoras Carol Dweck y Lisa Blackwell son un importante desafío a los principios de este “movimiento”, que se sostiene en que la alabanza, la autoestima y la mejora en el rendimiento suben y bajan de manera simultánea. “Pero -señala Po Bronson- la autoestima no se construye de la nada, nunca. Es la consecuencia de los éxitos de los niños, y no la causa de los éxitos de los niños”.

Desde 1970 hasta 2000 fueron publicados cerca de 15 mil artículos acerca de la autoestima y su relación con todo lo que nos rodea, desde el sexo hasta el avance en la carreras profesionales. Por eso, en 2003 la Association for Psychological Science le pidió al doctor Roy Burmeister -entonces un ferviente creyente del poder de la autoestima- que revisara esta literatura y sacara un informe.

-Su conclusión fue que tenerla alta no es sinónimo de éxito profesional. Que incluso no reduce la ingesta de alcohol. Y que, especialmente, no tiene relación con una disminución de la violencia de cualquier tipo. De hecho, las personas altamente agresivas y violentas suelen pensar muy elevadamente de sí mismas -dice Po Bronson en su libro.

Desde ese momento el doctor Baumeister se cambió al bando de la doctora Dweck y sigue con sus estudios en ese sentido. Y hay muchos más científicos que están dedicando su tiempo a seguir esta veta investigativa. Por ejemplo, el psicólogo alemán Wulf-Uwe Meyer, otro pionero en este campo, condujo una serie de estudios en que un grupo de niños observaba cómo otro grupo de alumnos recibía alabanzas de sus profesores. Lo que descubrió el científico fue que los niños no se sienten mejor con la adulación, sino que piensan que la profesora los está alentando porque tienen un problema. Por su parte, Daniel T. Willingham (Ph.D. en psicología cognitiva de Harvard) asevera que un profesor que está permanentemente alabando a un pupilo le está enviando el mensaje de que llegó al límite de sus capacidades naturales. Y, por el contrario, cuando un profesor critica a un alumno le está diciendo que puede dar aún mucho más de sí mismo.

La lista de científicos e investigaciones que siguen esta línea es mucho más larga. Pero, cabe preguntarse: ¿toda alabanza es negativa?

-Por supuesto que no -dice Po Bronson. Pero no toda alabanza es igual. Para que sea efectiva, tiene que ser específica. Decirle al niño exactamente qué hizo bien y no que “es increíble” sólo porque sí. Esto le da luces para saber cómo hacerlo la próxima vez. La sinceridad también es crucial. Según la doctora Dweck, el error más grande que cometen los padres es pensar que los estudiantes no son suficientemente sofisticados como para darse cuenta de sus verdaderos sentimientos e intenciones.

Y añade: “Según las investigaciones que conocimos, parece ser que la ecuación es 75/25. Si los niños escuchan el 75 por ciento de las veces que son inteligentes porque sí, los resultados son los que hemos hablado. Niños inseguros, que no se atreven a asumir riesgos. Por el contrario, si los niños escuchan un 75 por ciento o más que todo se trata del esfuerzo que hagan, de cuánto pusieron atención en clases, de cuánto practicaron sus ejercicios de matemáticas, se desarrollan de la manera que buscamos. Con una inteligencia positiva, capaces de llevar a cabo todo lo que se propongan por delante”.

Por Ximena Urrejola B., desde Nueva York..

Fuente: www.mujeresemprendedoras.cl

martes, 27 de octubre de 2009

Musica de verdad para nuestros bebés!!!

http://www.rockabyebabymusic.com/

En esta página puees encontrar a U2, ramones, Nirvana, The beatles, Police, Nine Inch Nail, Green Day, Radiohead entre otros, adaptados a musica de bebés....imperdible para los amantes de la músicaaaaa

miércoles, 21 de octubre de 2009

Jornada en Evaluación Pericial en Abuso sexual y Maltrato Infantil. Universidad de Chile


SEMINARIO- TALLER CLINICO

19 DE NOVIEMBRE 2009 AULA NAGNA UNIVERSIDAD CATOLICA DEL MAULE, TALCA

WWW.SEMINARIOMALTRATO.BLOGSPOT.COM

martes, 13 de octubre de 2009

Taller de Masaje Infantil a Domicilio


El masaje infantil es una forma de favorecer el desarrollo fisiológico y la maduración del bebé que simultáneamente permite establecer y consolidar un canal de comunicación con vuestro hijo/a y proporcionarle la seguridad y confianza que necesita para crecer emocionalmente sano y feliz.
A través del masaje puedes:


- Establecer con el bebé un vínculo sólido, amoroso y respetuoso
- Aliviar las primeras molestias digestivas, los gases, los cólicos y el estreñimiento
- Enseñarle a manejar la dinámica estrés-relajación y ayudarle a dormir
- Estimular su sitema inmunológico y su maduración neurológica y sensoriomotriz


Si tienes un bebé entre un mes y un año, y te interesa aprender esta milenaria técnica de relajación y vinculación con tu hijo/a, que te permitirá obtener los múltiples beneficios descritos y comprobados para tu bebé y para la relación de ambos, PSYTALCA te ofrece dos modalidades: Taller grupal en nuestro espacio (Espacio Interior 1 poniente 4 y 5 norte 1588) o
En la comodidad
de tu hogar!!!



El taller es impartido por:




Ps. Nury Carreño Roco
Magister en Psicología clinica Infanto-Juvenil
Universidad de Chile

Experta en Masaje Infantil e Intervención Temprana UDD






Enf. Lorena Ayala San Martín
Experta en Desarrollo Infantil UCM







Duración
: 4 horas cronológicas
Grupal: 3 familias máximo.
A domicilio: 1, 2 o 3 familias.
Tu eliges los horarios!!!!!


Contenido: Teoría del contacto físico
Efectos en el desarrollo
Técnicas de masaje
Incluye: Manual
Precio: $ 50.000 por familia (un bebé dos adultos)
Forma de pago: Efectivo Hasta en tres cheques


CONTACTO: psicologainfantiltalca@gmail.com

domingo, 11 de octubre de 2009

Beneficios del masaje infantil


Las palabras Masaje Infantil engloban una serie de técnicas de tacto, voz y mirada, que se han ido entrelazando, dando una estructura suficientemente acertada como para constatar unos beneficios para padres madres y/o cuidadores y sus niños.
Estos beneficios no se quedan tan solo en el ámbito fisiológico, sino que llegan más allá, donde las fibras sensibles del sistema emocional son estimuladas y fortalecidas para poder crear un marco de confianza, seguridad y aceptación emocional. Esto favorecerá un crecimiento más equilibrado en todos los ámbitos de su persona.

El masaje proporciona beneficios a diferentes niveles:

• Nivel fisiológico
• Placer sensorial
• Equilibrio tensión-relajación. Función liberadora
• Vínculo afectivo


Nivel fisiológico

Sistema nervioso:
La piel es el mayor y más poderoso sistema de comunicación de que dis
pone el bebé; a través del tacto se transmiten infinidad de mensajes del medio externo al interno (el cerebro).
Estos estímu
los externos, durante gran parte de la vida del niño se reciben principalmente vía tacto (hasta los 12 años sigue siendo el sentido predominante para integrar información del mundo exterior). El tacto favorece el proceso de mielinización.
A partir de los 7 años, el proceso de inhervac
ión del córtex se suma al proceso de la mielinización que se haya producido.

Sistema hormonal:
• Reducción del ACTH y las catecolaminas
• Liberación de endorfina, oxitocina y prolactina
La prolactina es la encargada de la producción de leche y tiene una misión fundamental e
n la relación madre-hijo. Esta hormona facilita la creación de la conducta maternal: las ganas de atender y cuidar al bebé, encontrarle lo positivo para favorecer la vinculación, ganas de tocarlo, acariciarlo... La prolactina no solo se desprende en la madre sinó también en el padre o hermanos cuando contactan afectuosamente con el bebé vía tacto.

Sistema inmunológico:
Una situación de tranquilidad mantiene en equilibrio el sistema inmunológico y mejora su funcionamiento. El estrés, por el contrario, lo debilita.
La seguridad emocional que podemos ofrecer al bebé a través de un contacto corporal amoroso y continuado, así como el hecho de favorec
er un estado de tranquilidad y relajación, fortalecerán su sistema inmunológico.

Sistema gastro-intestinal:

El masaje durante los primeros meses ayuda a madurar el sistema gastro-intestinal, y después a regularlo.
El masaje ayuda en situaciones de cólicos y gases a disminuir el dolor y las incomodidades, así pues, favorece a la creaci
ón de un ambiente más distendido en la familia facilitando una mejor relación entre padres e hijos desde los primeros días de vida.

Sistema respiratorio:
El masaje en la zona del pecho, espalda y hombros ayuda a regular el sistema respiratorio.

Sistema circulatorio:

A mayor aporte de oxígeno mayor limpieza de la sangre. Los movimientos de vaciado venoso (los de entrada)
ayudan al retorno de la sangre al corazón y producen un efecto tonificante. Los de salida ayudan a la sangre a llegar hasta los extremos (manos y pies) y producen un efecto relajante.

Sistema linfático:
Ayud
a a drenar el sistema linfático suavemente.

Sistem
a muscular:
El masaje tiene un efecto rel
ajante y tonificante de la musculatura. Ayuda a disolver nudos de tensión física y emocional, que el niño va acumulando a lo largo de los días.
En el niño, las tensiones físicas se acumulan en diferentes zonas musculares según la fase motriz en la que se encuentre.

Placer sensorial

El placer sensorial es importantísimo para poder vivir el cuerpo y el ser con libertad, obertura, sensualidad, sensibilidad y autonomía.

El masaje es una muy buena herramienta que nos permite tomar conciencia de forma placentera de las dimensiones y el espacio de nuestro cuerpo en relación al espacio externo.
Nos permite conocer nuestros límites corporales, que en el futuro nos ayudarán a conocer nuestros límites respecto a los demás y a respetarlos.
Si este conocimiento ha si
do placentero, implica una aceptación buena de uno mismo, factor importantísimo para la seguridad, confianza y autoestima. Esta seguridad es la que nos mantiene en equilibrio emocional y nos permite abrirnos al mundo aceptando a los demás.

Equilibrio tensión-relajación. Función liberadora

Tensión: porque el estímulo táctil, auditivo, visual, emocional... que "juegan" en el masaje, ponen al bebé en estado de alerta, i lo abre a procesos de memorización y aprendizaje.
Relajación: porque reduce la tensión excesiva cuando se canaliza. Ayuda a autorregular y procesar las experiencias vividas y permite al bebé liberar las tensiones acumuladas del día con la persona en quien más confía, en un clima cálido, tranquilo, de amor y acogida.
Con el masaje, el bebé aprende a responder a la tensión con la relajación.
El masaje diario aumenta el umbral para soportar los estímulos en la mayoría de los bebes.
Los bebés con problemas de aceptación del tacto (prematuros, hipersensitivos...), van aumentando gradualmente la tolerancia de forma suave y cuidadosa. La escucha del niño es básica al d
ar el masaje.
El contacto corporal, vivido de forma positiva, ayuda al niño a disolver tensiones corporales-emocionales, ya que le permite una vía de canalización y salida de sus angustias.
A veces, cuando tocamos a un niño durante el masaje, se desencadena el llanto. Este llanto puede no estar relacionado a una razón fisiológica concreta, ni al rechazo a nuestro contacto. Podemos haber facilitado una vía de salida a una situación estresante. Este llanto es positivo y bueno que se produzca. Saber escuchar y acompañar este llanto es una necesidad que acerca y fortalece la relación y la confianza.
Por lo tanto podemos decir que el masaje en los niños tiene dos funciones liberadoras:
• Liberadora de tensiones físicas producidas por la tensión excesiva.
De liberación emocional.


Vinculo afectivo


Ayuda a crear y a nutrir los lazos entre madre/padre/bebé, que tan importantes son en la relación y comunicación entre ellos.
Cuanto más vinculados estén los padres respecto al niño:
• Más
vinculado estará el niño con los padres, convirtiendo esta relación comunicativa tan fuerte en la base sobre la que se ira construyendo el desarrollo positivo de su persona.
• Este vínculo no solo se puede establecer con la madre. La función del padre es básica en el nuevo núcleo familiar.
El masaje diario, permite al padre encontrar una relación intensa con su pequeño desde los inicios.
• Menos probabilidad habrá de abandono físico, psíquico o emocional del niño, y por lo tanto, disminuye el riesgo de maltrato infantil.
Cuando hay unos vínculos afectivos fuertes, hay una buena base para un mejor conocimiento mútuo.
Aunque las condiciones no hayan sido favorables y no se haya podido establecer una vinculación inicial, el masaje infantil puede ser una vía para potenciar este vínculo.

Fuente: Asociación de Masaje Infantil de España

jueves, 10 de septiembre de 2009

MASAJES PARA BEBÉS SHANTALA


Shantala es una técnica milenaria de masaje, que en forma tradicional aplican las madres a sus hijos en la India, desde que nacen y durante su primer año de vida, para conducir la transición del bebé desde el útero materno al ambiente exterior, restableciendo el equilibrio que existía dentro del vientre, en que todas las necesidades estaban cumplidas.

Es necesario alimentar al bebé no sólo de leche, sino también de contactos, que lo nutran con afecto, desarrollando sus capacidades motoras, su flexibilidad y adecuando su piel al contacto con el aire.

Los masajes mantienen y desarrollan un profundo contacto y comunicación entre la madre y su bebé, formando un poderoso cimiento afectivo muy importante para su vida futura.

Por otra parte esta técnica vitaliza todo el organismo, los sentidos, la movilidad y flexibilidad, estimulando las defensas del bebé, asegurando así su salud. Relaja al niño y a la madre, se transforma en una gran ola de comunicación, en un mutuo nutrirse de amor y gozo.

INTRODUCCIÓN

El masaje de bebés es una técnica muy antigua, desarrollada en la India, que aplican las madres a sus hijos en forma tradicional hasta hoy, en todas las clases sociales. Maneja la transición del bebé desde una situación de contacto total natural, permanente, de temperatura regular, de sonidos atenuados, latidos regulares, suave y lubricado, flotante sin grandes presiones, meciéndose en oleadas con los movimientos de la madre, en el líquido amniótico dentro de su vientre, a la situación de contacto con el mundo externo, que ya es esporádico con la madre y en un medio seco, áspero, casi inmóvil, con cambios de temperatura, luminosidad a veces hiriente, silencioso y solitario o ruidoso y estridente, etc. Un cambio brusco que puede ser traumático para el bebé.

Esta técnica es una rutina de caricias y más tarde de masajes, con un sentido de desarrollo, protección, acompañamiento y potenciación de facultades, que maneja esta transición haciéndola menos traumática y generando una creciente comunicación de la madre con el niño. Genera un fuerte lazo afectivo, de amor, a través de la comunicación que con la técnica evoluciona a una forma intencionada, buscada, llena de miradas y de sonrisas, guiada a través de una rutina establecida de sabiduría milenaria.

Se dice que en el alumbramiento, junto con el nacimiento a la vida de un ser humano puede también nacer su miedo ante ese entorno que bruscamente cambia y se transforma en hostil y estresante.

Por otra parte, a partir de las fuertes sensaciones de hambre dentro de su vientre, a diferencia del estado siempre en equilibrio de necesidades cumplidas dentro de la madre, nace la percepción del afuera y del adentro. Nace la percepción del espacio insalvable, solitario, inmanejable para el bebé. Junto con él emerge el reclamo, el llanto y la espera por la respuesta, naciendo así además la percepción del tiempo.

Es necesario alimentar al bebé no sólo de leche, sino también de contactos que disminuyan este espacio y tiempos insalvables y lo nutran con afecto, junto con desarrollar sus capacidades motoras, su flexibilidad, la lubricación de su piel adecuándola al contacto con el aire.

Es esencial restablecer el equilibrio. Es necesario alimentar el adentro, su estómago, tanto como el afuera, su piel, para ayudar al bebé a transitar por este período de su vida y liberarlo de la angustia de sentirse aislado, perdido. Su piel tiene hambre y sed, al igual que su vientre.

Los sentidos nos conectan con el mundo y cada uno de ellos nos amplía las fronteras, haciendo el universo cada vez más rico y variado. El tacto en los bebés es el sentido primordial. Ser cargados, tocados, acariciados, masajeados, es un alimento indispensable para ellos.

Los bebés tienen necesidad de recibir alimentos, caricias y de ser amados. Esta técnica ayuda a generar un idioma de comunicación con la madre, a través de las miles de reacciones mutuas a los estímulos, que constituirán las semillas de una relación afectiva fuerte durante la vida, un estado de mayor seguridad, un sentimiento de pertenencia, de común unión, que será clave en el futuro del niño.

Esta técnica vitaliza todo el organismo, los sentidos, la movilidad y flexibilidad, estimulando las defensas del bebé. Relaja al niño y a la madre, se transforma en una gran ola de comunicación, en un mutuo nutrirse en amor y gozo.

LA TÉCNICA

La técnica consiste en una serie de masajes, en el mayor contacto directo posible con el bebé, en una rutina establecida, que se aplica al niño desde el nacimiento y durante el primer año de vida, hasta que comience a caminar, o al menos durante los primeros cuatro meses de vida, cuando el niño no puede moverse por sí solo.

Comienza con una incidencia muy suave, casi de caricia, durante el primer mes, aumentando su fuerza lentamente a lo largo del tiempo. Acompañado con una comunicación permanente con el niño, no necesariamente verbal, de miradas de sonrisas, de susurros...

Los masajes son lentas olas de movimiento y presión, abarcan secuencialmente el pecho, los costados, los hombros, los brazos, las manos, los dedos, el vientre, las piernas, los pies, la espalda, la columna, espalda-pierna-pies, la cara, la nariz, los ojos, y la flexibilización de brazos y piernas.

La sesión se finaliza con un baño. Este baño no tiene necesariamente un sentido de higiene, sino de completar la secuencia con la relajación, la liberación del movimiento del bebé en el agua.

Contenido: www.gaia.cl

jueves, 3 de septiembre de 2009

Bases Psicomotoras del Aprendizaje 11 y 25 de Septiembre Santiago


Objetivo:

Dar a conocer a los participantes la importancia de la psicomotricidad como base fundamental en los Procesos de Aprendizaje.

Contenido:

Concepto de Psicomotricidad.
Intervención Psicomotriz.
Líneas de Intervención.
Concepto de desarrollo psicomotor y aprendizaje.
Rol de la motricidad en el aprendizaje.
Elementos y factores que están inmersos e influyen en el Desarrollo Psicomotor.
Evaluación psicomotriz: evaluaciones en Chile
Batería Psicomotora de Vítor da Fonseca (Características generales)
Estrategias de Intervención: Psicomotricidad

Horas:10 horas, 15 cupos máximo.

Valor:
Profesionales: $ 35.000.
Estudiantes: $25.000

Datos Depósito y transferencia electrónica: Cuenta Banco de Chile.
A nombre de Marcela Hernández Lechuga. C.I: 8.647.824-2
Número cuenta: 191-00895-08

El comprobante de depósito se guarda para mostrarlo ese día, se envía por vía electrónica o fax, pero se debe avisar para confirmar el cupo.

Lugar:
Armando Carrera 5126, Ñuñoa, metro Príncipe de Gales.
Horario: Dos días:
Viernes 11 de Septiembre de 2009 de 15:00 a 20:00 hrs.
Viernes 25 de Septiembre de 2009 de 15:00 a 20:00 hrs.
Inscripciones:
Enviar formulario de inscripción a: mhernandez@cicep.cl
Informaciones: 09-5330262
Relatora:
Marcela Hernández Lechuga, Profesora de Educación Física (Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación) Psicomotricista formada en la Universidad de Barcelona. Especializada Modificabilidad cognitiva, Metodología de Feuerstein, INDESCO, Universidad central, 2006, Chile. Docente de las asignaturas de desarrollo psicomotor y psicomotricidad de las Universidad de Santiago, USACH. Presidenta y fundadora de la Asociación de psicomotricista de Chile. Integrante del grupo de docentes de la psicomotricidad Grupo de Punta del Este. Directora de CICEP, Santiago. Conferencista nacional e internacional.


Ficha de Inscripción
Curso:Bases Psicomotoras del Aprendizaje, Viernes 11 y 25 de Septiembre

Apellidos: Nombre:
Rut: Teléfono: Edad:
e-mail:
Dirección:
Ciudad: Comuna: País:
Profesión:
Lugar Trabajo:
¿Cómo se entero del curso?
Estudiante acreditado Profesional

FORMA DE PAGO:
Cheque en el lugar Contado en el lugar depósito
Transferencia electrónica Boleta
Datos Depósito y transferencia electrónica:
Cuenta Banco de Chile.
A nombre de Marcela Hernández Lechuga.
C.I: 8.647.824-2
Número cuenta: 191-00895-08
El comprobante de depósito se guarda para mostrarlo ese día o se envía por vía electrónica, pero se debe avisar para confirmar el cupo.

lunes, 31 de agosto de 2009

Curso Internacional "Apego y Psicopatología"








"Es esencial para la salud mental que el bebé y el niño pequeño tengan una relación íntima, cálida y continua con su madre en la que los dos encuentren alegría y satisfacción"

(Bowly. 1954. Informe para la OMS)

Desde el 16 al 20 de noviembre, la Ph. D. in Psychology in the Social Ecology and Developement Program, Patricia Crittenden, dictará por primera vez este curso internacional en Chile, en la Universidad de los Andes.

Lugar
Auditorio R 01, edificio del Reloj
Av. San Carlos de Apoquindo 2.200, Las Condes
Santiago de Chile

Inscripciones
Escuela de Psicología
Teléfono: 56-2-4129214, 4129228
Fax: 56-2-4129259
Email: secretaria.psicologia@uandes.cl

Valores
US 250 (grupo de 3 personas)
US 300 (hasta el 30 de septiembre)
US 400 (después del 30 de septiembre)

Formas de pago
Depósito en Cuenta Corriente n° 84044438 Banco BCI
Tarjeta de Crédito Efecivo

ENLACE: http://www.uandes.cl/index.php?option=com_noticiagenda&task=view&id=1239&Itemid=718

domingo, 30 de agosto de 2009

El Apego: El vínculo especial madre-hijo

La propiedad más importante del ser humano, es su capacidad de formar y mantener relaciones. Estas son absolutamente necesarias para que cualquiera de nosotros pueda sobrevivir, aprender, trabajar, amar y procrearse.

Las relaciones humanas toman muchas formas, pero las más intensas, las que producen mayor placer y a veces mayor dolor, son aquellas con la familia, amigos y personas amadas. Dentro de este círculo interno de relaciones íntimas, quedamos vinculados o adheridos unos a otros con un “adhesivo emocional”, vinculados o adheridos con amor

La habilidad individual para formar y mantener relaciones haciendo uso de este “adhesivo emocional” es diferente en cada uno de nosotros. Algunos parecen ser “naturalmente” capaces de amar y establecer relaciones íntimas, otros no tienen tanta suerte, carecen de capacidad afectiva y les cuesta hacer amigos, además de establecer una relación distante con la familia

Tanto la capacidad como el deseo de formar relaciones emocionales están asociados a la organización y funcionamiento de partes específicas del cerebro humano, así como al equilibrio de los neurotransmisores (sustancias químicas que permiten la transmisión del impulso nervioso y sus conexiones). Así como el cerebro nos permite ver, oler, gustar, pensar y movernos, también es el órgano que nos permite amar o no amar. Estos sistemas cerebrales que nos permiten formar y mantener relaciones, se desarrollan durante la infancia.

Las experiencias durante estos primeros y vulnerables años del desarrollo evolutivo de un individuo, influyen significativamente en el moldeado de la capacidad para formar relaciones íntimas y emocionalmente saludables. La empatía, el afecto, el deseo de compartir, el inhibirse de agredir, la capacidad de amar y ser amado y un sinnúmero de características de una persona asertiva, operativa y feliz, están asociadas a las capacidades medulares de apego formadas en la infancia y niñez temprana.

Definición de apego


En el campo del desarrollo infantil, el apego se refiere a un vínculo específico y especial que se forma entre madre-infante o cuidador primario-infante. El vínculo de apego tiene varios elementos claves:

1) Es una relación emocional perdurable con una persona en específico.

2) Dicha relación produce seguridad, sosiego, consuelo, agrado y placer.

3) La pérdida o la amenaza de pérdida de la persona, evoca una intensa ansiedad.

Una relación sólida y saludable con la madre o cuidador primario, se asocia con una alta probabilidad de crear relaciones saludables con otros, mientras que un pobre apego parece estar asociado con problemas emocionales y conductuales a lo largo de la vida.

Teorías del apego


La preocupación por la relación temprana del niño con su madre fue uno de los temas cen
trales de muchos investigadores. Los primeros trabajos en esta línea fueron realizados por René Spitz, (1935) psicoanalista, quien comenzó sus trabajos observando el desarrollo de niños abandonados por sus madres que llegaban a centros de huérfanos. Estas observaciones le permitieron concluir que la madre sería la representante del medio externo y a través de ella el niño podía comenzar a constituir la objetividad de éste.

En 1958, Bowlby plantea una hipótesis que difiere por completo de la anterior. Postula que el vínculo que une al niño con su madre es producto de una serie de sistemas de conducta, cuya consecuencia previsible es aproximarse a la madre. Mas tarde, en 1968, Bowlby define la conducta de apego como cualquier forma de comportamiento que hace que una persona alcance o conserve proximidad con respecto a otro individuo diferenciado y preferido. Como resultado de la interacción del bebé con el ambiente y, en especial con la principal figura de ese ambiente, es decir la madre, se crean determinados sistemas de conducta, que son activados en la conducta de apego. Generalmente el apego tiene lugar en los primeros 8 a 36 meses de edad. En resumen sostiene que el sistema de apego está compuesto de tendencias conductuales y emocionales diseñadas para mantener a los niños en cercanía física de su madre o cuidadores.

Formas de apego


Las formas de apego se desarrollan en forma temprana y poseen alta probabilidad de mantenerse durante toda la vida. En base a como los individuos responden en relación a su figura de apego cuando e
stán ansiosos, Ainsworth, Blewar, Waters y Wall, definieron los tres patrones más importantes de apego y las condiciones familiares que los promueven, existiendo el estilo seguro, el ansioso-ambivalente y el evasivo.

• Los niños con estilos de apego seguro, son capaces de usar a sus cuidadores como una base de seguridad cuando están angustiados. Ellos tienen cuidadores que son sensibles a sus necesidades, por eso, tienen confianza que sus figuras de apego estarán disponibles, que responderán y les ayudarán en la adversidad. En el dominio interpersonal, las personas con apego seguro tienden a ser más cálidas, estables y con relaciones íntimas satisfactorias, y en el dominio intrapersonal, tienden a ser más positivas, integradas y con perspectivas coherentes de sí mismo

• Los niños con estilos de apego evasivo, exhiben un aparente desinterés y desapego a la presencia de sus cuidadores durante períodos de angustia. Estos niños tienen poca confianza en que serán ayudados, poseen inseguridad hacia los demás, miedo a la intimidad y prefieren mantenerse distanciados de los otros.


• Los niños con estilos de apego ansioso-ambivalente, responden a la separación con angustia intensa y mezclan comportamientos de apego con expresiones de protesta, enojo y resistencia. Debido a la inconsistencia en las habilidades emocionales de sus cuidadores, estos niños no tienen expectativas de confianza respecto al acceso y respuesta de sus cuidadores.

Las experiencias que forman vínculo

El acto de coger el bebé al hombro, mecerlo, cantarle, alimentarlo, mirarlo detenidamente, besarlo y otras conductas nutrientes asociadas al cuidado de infantes y niños pequeños, son experiencias de vinculación.

Algunos factores cruciales de estas experiencias de vinculación incluyen la calidad y la cantidad.

Los científicos consideran que el factor más importante en la creación del apego, es el contacto físico positivo (ej: abrazar, besar, mecer, etc.), ya que estas actividades causan respuestas neuroquímicas específicas en el cerebro que llevan a la organización normal de los sistemas cerebrales responsables del apego.

Durante los primeros tres años de vida, el cerebro desarrolla un 90% de su tamaño adulto y coloca en su lugar la mayor parte de los sistemas y estructuras que serán responsables de todo el funcionamiento emocional, conductual, social y fisiológico para el resto de la vida. De allí que las experiencias de vinculación conducen a un apego y capacidades de apego saludables cuando ocurren en los primeros años.

La relación más importante en la vida de un niño es el apego a su madre o cuidador primario, esto es así, ya que esta primera relación determina el “molde” biológico y emocional para todas sus relaciones futuras. Un apego saludable a la madre, construido de experiencias de vínculo repetitivas durante la infancia, provee una base sólida para futuras relaciones saludables.

En la actualidad está tomando importancia la relación o vínculo de apego del niño con el padre, figura ésta de gran importancia para el normal desarrollo evolutivo de todo ser.

Contenido: Dr Eduardo R. Hernández González.
Pediatra y Terapeuta de la Conducta Infantil.

Formato: PLAN BB



lunes, 25 de mayo de 2009

Si quieres saber más de masaje infantil.....

Si quieres conocer más sobre esta técnica milenaria, que en Talca realiza PLAN BB, este el el link de una pagina argentina, http://masajeinfantilsschmidt.blogspot.com/2007/07/qu-es-el-masaje-infantil.html

MASAJE INFANTIL

Qué es el masaje infantil

El masaje infantil no es nada nuevo, desde épocas remotas ha sido usado por las culturas orientales; en la India el masaje forma parte del conocimiento ritualístico ancestral de los hindúes, practicado por todas las madres a sus niños. Es una técnica de antigua tradición, usada en muchas culturas del mundo, incluso por los indios americanos, y que ha sido rescatada en el mundo occidental.

Está clínicamente demostrado que el amor, las caricias y el afecto entre el niño y los que le rodean, tienen un importante efecto positivo sobre su desarrollo.

Muchos estudios revelan los beneficios de un contacto afectivo como parte fundamental de los primeros años de vida. La estimulación táctil es una necesidad básica, tan importante para el desarrollo como los alimentos o el abrigo. El contacto físico es la forma de comunicación más íntima e intensa de los seres humanos que constituye la base del ser.

El masaje infantil es uno de los métodos más fáciles y agradables para establecer este primer contacto, facilita los vínculos afectivos porque incluye los elementos principales para establecerlos; contacto piel a piel, contacto con la mirada, sonrisas, palabras, sonidos, abrazos, caricias, olor, respuesta a los estímulos e interacción.

Hace ya casi 30 años el Doctor Frederick Leboyer , médico francés lo descubre y lo adapta al Occidente dándole el nombre de Shantala en honor al nombre de una joven madre de la India y lo define como un “arte”, “el arte de dar amor”.

Es en 1973, cuando la norteamericana Vimala Mc Lure de Schneider toma contacto con el masaje infantil mientras trabajaba en un orfanato de la India, quedando impresionada de cómo jóvenes madres, sentadas en la suciedad con sus bebes en las rodillas le daba un amoroso masaje y les cantaban. En ese momento su pensamiento fue “...esto es mucho más en la vida que el bienestar material. Aún teniendo tan poco, podrían ofrecer a sus bebes este hermoso regalo de amor y seguridad, un regalo que podía ayudar al bebe a convertirse en un bondadoso ser humano...”.

De regreso en su país, crea la técnica de los cursos de Masaje Infantil en el año 1976, uniendo tres metodologías: La metodología Hindú, la metodología Sueca y técnicas de Reflexología , finalizando con algunos ejercicios de Yoga.

La técnica Hindú comprende movimientos que van hacia los extremos y sirven para relajar y liberar tensiones, y el masaje Sueco estimula la circulación ya que el movimiento es de abajo hacia arriba, lleva la sangre hacia el corazón.

La Asociación Internacional de Masaje Infantil es la primera organización en este tema en el mundo, y su teoría y enfoque son únicos y han sido desarrollados cuidadosamente y enriquecidos con estudios y experiencia práctica desde su comienzo en 1976. Nace formalmente en 1981 e ingresa a Europa por Dinamarca en 1986, extendiéndose a través del mundo en forma continua hasta el día de hoy.

Su Propósito es: “Promover el masaje nutritivo y la comunicación mediante la formación, la educación, la investigación para que los padres, cuidadores y niños sean amados, valorados y respetados en la comunidad.”

Su Compromiso es: “Creemos en mantener e impulsar el Masaje Infantil y otras tradiciones culturales que fomenten

Los lazos entre padres e hijos y ayuden a crear más valores familiares en nuestra cultura. Creemos en el apoyo a los padres para que puedan estar más cerca de sus hijos. Creemos que los bebés son conscientes seres humanos quienes merecen respeto, ternura y amor, y sobre todo, que se les escuche con el corazón. Creemos que cada padre y madre, independientemente de su filosofía personal, y cada niño, sin tener en cuenta su nacimiento o posición, debería tener la oportunidad de experimentar a lo largo de su vida los beneficios del amor, salud y seguridad que proviene de los primeros contactos.”